Año: 2017
En su primera película Craig nos presentaba una película desarrollo lento, pausado con un giro y explosión final, en esta ocasión, si bien no es un desarrollo tan pausado si lo es la forma de actuar del protagonista. En la primeras escenas, a pesar de las adversidades actúa de forma fría, y racional, aunque explota su furia destrozando un coche a puñetazos, pero de una forma lenta, pausada.
La parte central de la película, en la que vemos como trabaja de camello sirve para mostrarnos que el personaje es una buena persona, un buen americano, y que el público se identifique con él, que solo actua así obligada por las circunstancias.
Es en el último tercio cuando tanto el personaje como la película explotan, se aceleran y entran en una espiral de violencia. Como si de un videojuego se tratara, el protagonista tiene que ir pasando niveles liquidando enemigos hasta llegar al "monstruo" final, y lo hace con gran violencia explicita, sangre y todo tipo de miembros triturados. Unos grandes efectos "manuales" con protesis y latex (nada de digital) y de maquillaje incrementan el realismo. Pero sobretodo hay que destacar el sonido, en el que sin banda sonora solo se escuchan los puñetazos,patadas, golpes de barras, estampaciones contra suelos o paredes, cabezas pisoteadas, huesos rotos, salpicaduras sangre..todo un catalogo de hiperviolencia, que ha hecho las delicias del público. Estamos ante un "Hisotria de Ricky" hiperrealista. Y a medida que se acerca el final, la violencia también va incremento, hasta llegar a un final que te deja con la boca abierta, el culo pegado al asiento y ganas de aplaudir y aullar... y es que su último fotograma es sencillamente inigualable.
PUNTUACIÓN: 9/10
Duración: 132 min.
País: Estados Unidos Estados Unidos
Dirección: S. Craig Zahler
Guion: S. Craig Zahler
Reparto: Vince Vaughn, Jennifer Carpenter, Marc Blucas, Don Johnson, Tom Guiry, Udo Kier, Dan Amboyer, Mustafa Shakir, Fred Melamed, Geno Segers, Clark Johnson, Rob Morgan, Pooja Kumar, Philip Ettinger, Michael Medeiros, Jay Hieron, Gabriel Sloyer, Victor Almanzar, Vladimir Troitsky, Larry Mitchell.
S. Craig Zahler, vuelve a Sitges dos años después de entusiarmar con su opera prima "Bone Tomakawk", un atípico western con un giro radical y explosivo en su parte final.
En su nueva película, esta protagonizada por excelente y sorprendente Vince Vaughn , que demuestra que es un gran actor lejos de las comedias chorras que le han dado fama, interpretando a un personaje que sorprende tanto por su comportamiento como por su aspecto, completamente rapado, con una cruz tatuada en la nuca, y con un aspecto fisico intimidador (visto en persona es un tio enorme, un autentico armario)
Bradley, el protagonista tiene un muy mal día, llega al trabajo y es despedido, al llegar a casa descubre que su mujer le es infiel...pero después de una conversación con su mujer deciden empezar de cero, mudarse e intentar tener un hijo. La historia se sitúa dieciocho meses después, y el protagonista trabaja como camello, su mujer esta embarazada y tienen una casa nueva, parece que por fin la suerte le sonrie. Pero en una gran entrega son sorprendidos por la policía, y Bradley mata a sus compañeros que disparan a la policía y es detenido. La policía intenta que delate a la organización de traficantes pero como no lo hace es condenado a 7 años en una prisión de mediana seguridad. Su primer día recibe una visita que le dice que mutilaran el feto de su mujer a menos que cumpla una "misión", el problema es que lo debe hacer en una cárcel de máxima seguridad. Esto conlleva que tenga que liarla bien parda para que le trasladen a esta cárcel...
En su primera película Craig nos presentaba una película desarrollo lento, pausado con un giro y explosión final, en esta ocasión, si bien no es un desarrollo tan pausado si lo es la forma de actuar del protagonista. En la primeras escenas, a pesar de las adversidades actúa de forma fría, y racional, aunque explota su furia destrozando un coche a puñetazos, pero de una forma lenta, pausada.
La parte central de la película, en la que vemos como trabaja de camello sirve para mostrarnos que el personaje es una buena persona, un buen americano, y que el público se identifique con él, que solo actua así obligada por las circunstancias.
Es en el último tercio cuando tanto el personaje como la película explotan, se aceleran y entran en una espiral de violencia. Como si de un videojuego se tratara, el protagonista tiene que ir pasando niveles liquidando enemigos hasta llegar al "monstruo" final, y lo hace con gran violencia explicita, sangre y todo tipo de miembros triturados. Unos grandes efectos "manuales" con protesis y latex (nada de digital) y de maquillaje incrementan el realismo. Pero sobretodo hay que destacar el sonido, en el que sin banda sonora solo se escuchan los puñetazos,patadas, golpes de barras, estampaciones contra suelos o paredes, cabezas pisoteadas, huesos rotos, salpicaduras sangre..todo un catalogo de hiperviolencia, que ha hecho las delicias del público. Estamos ante un "Hisotria de Ricky" hiperrealista. Y a medida que se acerca el final, la violencia también va incremento, hasta llegar a un final que te deja con la boca abierta, el culo pegado al asiento y ganas de aplaudir y aullar... y es que su último fotograma es sencillamente inigualable.
PUNTUACIÓN: 9/10