FRIED BARRY

Año: 2020
Duración: 99 min.
País: Sudáfrica 
Dirección: Ryan Kruger
Guion: Ryan Kruger
Reparto: Gary Green, Brett Williams, Joey Cramer, Sean Michael, Steve Wall, Hakeem Kae-Kazim, Tamer Burjaq, Jonathan Pienaar, Colin Moss, Brendan Murray, Deon Lotz, Tuks Tad Lungu, Ryan Kruger, Marty Kintu, Graham Clarke






Con la información previa al Festival dada en varias entrevistas por Àngel Sala , Diego López o desde el podcast de la web Terrorweeken.com , una de las imprescindibles del Festival era esta película sudafricana de la que prometían muchas sorpresas, psicodelia y que no dejaría indiferente, así que no me la podía perder. Verla a las 8:15 de la mañana además parecía un plus.

Barry es un jonkie cuya adición hace que deje de lado a su mujer y su hijo pequeño. Un día después de meterse un chute, es abducido por extraterrestres y sometido a un experimento en el que parece que un extraterrestre posee su cuerpo. Al volver a la tierra, Barry actúa de forma errática, como si estuviera ausente, pero apuntando algo de sentimientos y empatía que había perdido. Empezara un deambular sin destino por los bajos fondos de Sudáfrica, que le llevara a vivir extrañas aventuras y encontrarse con personas aún más extrañas.

Es una película poco convencional ya que no cuenta una historia que vaya avanzando, sino que es un seguido de acontecimientos sin conexión entre ellos, solo mostrar los bajos fondos de la sociedad. Así un ausente Barry ira de fiesta, ligara, conocerá prostitutas (con un surrealista resultado), a chaperos, a una delirante cajera de supermercado, mafias de explotación infantil entre otras, a la vez que parece que recuperar la relación con su mujer y ser en parte el Barry que una vez antes de caer en las drogas fue. La historia esta llena de humor, tanto visual como por diálogos muy ingeniosos, incluyendo una delirante teoría sobre los dibujos Disney, los guantes y algo de racismo. Una historia sencilla, pero que atrapa y tienes ganas de seguir conociendo a los personajes que se encuentra Barry. Estéticamente tenemos primeros planos, movimientos de cámara rápidos y muy locos, luces de neón y todo a ritmo de música tecno. Mención especial la actuación de Gary Green,  tanto en el primer tramo como un jonkie (realmente lo parece9 como después en el que sin hablar y gesticulando muy poco transmite amor, ternura, sorpresa, locura, lo la situación pide, y como colofón a esa actuación la secuencia en una discoteca hasta arriba de éxtasis, que es sencillamente magistral.

Una película que es difícil de explicar, y mas de escribir, lo mejor es sentarse y acompañar a Barry en su alucinante y alucinógeno viaje, y disfrutar.