YUMMY




Año: 2019
Duración: 88 min.
País: Bélgica
Dirección: Lars Damoiseaux
Guion: Lars Damoiseaux, Eveline Hagenbeek
Reparto: Maaike Neuville, Bart Hollanders, Benjamin Ramon, Clara Cleymans, Annick Christiaens, Eric Godon, Joshua Rubin, Taeke Nicolaï, Tom Audenaert, Noureddine Farihi, Dimitri Thivaios, Louise Bergez, Stijn Van Opstal, Isabelle van Hecke, Hannelore Vens.





El género de zombies o infectados es muy similar a sus protagonistas, no se le puede dar por muerto y cada a lo aparece un título que lo hace revivir, y este año uno de ellos podría ser esta divertidísima Yummy.

Si el tipo de infectados que nos ofrece no es original, si lo es su punto de partida. Después de una introducción en l que vemos una mano intentar escamar mientras arde de un horno crematorio, nos encontramos a una chica acude a una clínica junto con su madre y su novio para someterse a una operación de cirugía estética, ya que quiere disminuir el tamaño de sus descomunales tetas, su madre aprovechara el viaje para hacerse un pack que incluye liposucción, realzamiento de nalgas y blanqueamiento anal entre otras. En esa misma clínica se esta haciendo una investigación para encontrar un suero que consiga rejuvenecer. Esto provoca que los pacientes se contagien de un extraño virus que los convierte en violentos y sedientos de sangre...
El aspecto más destacado de esta película es su mezcla de humor y mucho mucho gore y muy bruto. La localización en la clínica provoca muchas situaciones cómicas tanto visuales como gags hablados. En cuanto a la acción es trepidante y no tenemos ni un segundo de descanso con multitud de escenas muy gores que incluye mucha casquería con ración de amputaciones, destripamientos, miembros que se caen ( en la escena más aplaudida de la película), y fuentes de sangre, en la que cualquier cosa se puede utilizar como arma, incluyendo huesos de los propios infectados.  Como no podría faltar en la ecuación, no faltan buenos momentos de tensión, y algo de ñoñeria. 
Lo dicho, partiendo de una situación original, disfrutamos de una película de infectados con todos los cliches, pero con mucha, muchísima sangre y risas, que es lo que nos lo hace pasar bien.
P.D: Son protesis