MOONHATERS

GUION: Víctor Santos
DIBUJO: Víctor Santos
PRECIO: 22 €
EDITORIAL: ECC 













De Víctor Santos se pueden decir muchas cosas buenas. Sin duda una de ellas es que es un jodido culo inquieto. La producción del autor es enorme y además se diversifica. Tenemos obras para el mercado patrio (“El lobo sobre el mar de las bestias”), para el mercado europeo (“Sukeban Turbo”), de procedencia americana (“Against Hope”), tebeos lanzados con una campaña de mecenazgo (“Moon Eaters”, el cómic que nos ocupa) e incluso obras que surgieron como un divertimento en internet y acabaron teniendo edición impresa como “Polar”, que acabó teniendo una película en Netflix.

 Santos es un autor prolífico, completo, que lo mismo te escribe que te dibuja o que te hace las dos cosas, siempre con un nivel de notable alto para arriba. Su obra abarca multitud de géneros, desde la fantasía épica de “Los Reyes Elfos” al noir con mensaje crítico de “Intachable”. Personalmente suelo disfrutar bastante de todo lo que hace, en especial en obras como este “Moon Eaters”.

“Moon Eaters” es lo que podríamos llamar un tebeo de palomitas. De sentarse, abrir el tomo y disfrutar. Publicado gracias a una campaña de crowdfunding de la plataforma Spaceman Project, estamos ante una novela gráfica trepidante, divertida y, sobre todo, adrenalínica.

La premisa de “Moon Eaters” es simple en su idea de partida, pero brillante en su ejecución. Tenemos un protagonista llamado Tommy Blackfoot, un tópico personaje a caballo entre el anti héroe pulp y el tipo duro habitual del cine de acción de los 80 y noventa. Acaba de salir de prisión para citarse en un motel con una groupie que le escribía cartas. Allí deberá enfrentarse a su pasado cuando su antigua banda trate de acabar con su vida.

Como la narrativa de Víctor Santos es muy cinematográfica, me van a permitir que juegue con las similitudes con el séptimo arte. “Moon Eaters” se podría decir que pertenece al subgénero del “home invasion” o lo que viene a ser la supervivencia de unos pocos parapetados en un lugar cerrado contra muchos, en su definición menos terrorífica. Esto es algo que llevamos viendo literalmente siglos, desde la mitológica Guerra de Troya, pasando por las muchas adaptaciones de los hechos de la batalla de “El Alamo”, “Los 7 Samuráis de Akira Kurosawa”, “Abierto hasta el amanecer”, de Robert Rodríguez o la sensacional “Asalto al Distrito 13” de John Carpenter.

Las más de cien páginas de “Moon Eaters” se leen de una sentada, prueba de que el autor sabe atrapar al lector desde el comienzo con escenas de acción que quitan el aliento, pequeños alivios cómicos, algo de sexo y pequeñas dosis de terror lovecraftiano. Al final, acabas cerrando el tomo con una sonrisa en los labios y saboreando el aroma a sangre, sudor y pólvora en el ambiente.


Lo dicho, entretenimiento de calidad garantizado.