Cinco años después llega un spin off, es decir una película situada en el mismo acontecimiento pero en otra localización en este caso Barcelona. La película empieza 9 meses después del inicio del misterioso ataque y nos presenta a Sebastián (Mario Casas) con su hija intentado sobrevivir por las calles de una desolada Barcelona cuando conocen a un grupo que vive en una estación de autobuses a los que les dejan incorporarse. La primera noche un suceso lo cambiara todo...
La película empieza muy potente, en pocos minutos vemos una pelea y una escena de acción muy potente que incluye persecuciones de vehículos y más peleas todo con un efecto sorpresivo que deja al espectador muy descolocado con lo que va a ver en la película. Después con un flasback vemos el inicio de todo, unos minutos adrenaliticos llenos de violencia, tensión, sangre y muertes o suicidios muy variados. En 30 minutos , el aficionado a visto unos minutos muy prometedores, pero a partir de aquí se va repitiendo la formula, Sebastián y su hija por las calles, pasa algo y un flashback al pasado nos da más información, una y otra vez se repite, pero con menos intensidad y acción que la primera vez y además lo que vamos descubriendo nuevo nos lleva a una trama que para mi carece de interés , así esta fallida estructura se va repitiendo durante más de una hora donde el único aliciente para mi es ir viendo los escenarios de Barcelona (ciudad en la que trabajo)con estética postapocalíptica y la verdad es que algunas me ha gustado mucho, para alguien sin apego a la ciudad no se que puede encontrar en ella. El desastroso desenlace final es la gota que colma el vaso y convierte la película en un no absoluto.
En resumen, una película que no esta a la altura de su sucesora en ningún momento, pero que además cae en picado a la media hora para convertirse en repetitiva y aburrida